La escritura está hablando de todos los habitantes de la tierra y después dice pueblo suyo somos, ovejas de su prado. Así que no tergiverses las cosas. Ajústate a lo que dice esa cita y comprende que el pueblo de Dios son todos los habitantes de la tierra que guardan los mandamientos de Dios, que son los mandamientos que Jesús enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar a TODOS los pueblos de la tierra.