Lo que dijo es que Él no había venido a abolir la Ley y los profetas. Y la Ley y los profetas no son las leyes del viejo testamento que mandan: "ojo por ojo y diente por diente"; quemar a las hijas que no iban vírgenes al matrimonio; matar a pedradas a los hijos desobedientes, a las mujeres acusadas de adulterio, a los hombres que recogían leña en día de reposo; preceptos que mandaban hacer guerras y matar a los hombres, mujeres y niños de los pueblos vencidos..., etc, etc.
Jesucristo nos dice que la Ley y los profetas es ésta:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)