Conmigo ya no cuentas.
Pediste varias veces algo como esto:
Es lo que esperas, pero el apoyo lo brindo a quién lo pide y lo merece. Lo hago y doy en la forma en que yo soy no en la forma en que la persona "quiere que yo lo haga."
Tampoco soy tu hermano. Eso era bueno para tí, ya que suponiendo que soy similar a él, según dices. Yo me he comportado totalmente objetivo, ya que estoy fuera de tu relación familiar. En oposición; él está dentro de tu relación familiar, por lo que es subjetivo.
Lo más incómodo de esta última conversación contigo, no fué que no entiendas o no quieras entender, o las "palabrotas" (como " tontorrón



), sino que dejé de verte como a un adulto de 30 años, para sentir que estaba intercambiando palabras con un niño de unos 9 años.
Tiempo atrás te pregunté ¿ si eras tonto ?, contestaste que ¡ NO !.
Te brindé ante tal respuesta, el beneficio de la duda.
Beneficio, que hoy retiro.
Las palabras de Welcome, me convencieron
Poco puedo hacer por ti, pero lo realmente importante es que ya no estoy dispuesto a hacerlo.
Si la historia que llevas años contando, es real.
Te compadezco.
Si es una novela,
te felicito. Lograste hacer que la leyera por largo tiempo.
Así que, te sales con la tuya, como sólo quieres leer lo que quieres que te digan. Conmigo lo tendrás.
Pero no porque te escriba tales cosas (no quiero darte el avión), sino porque yo dejaré de escribir lo que no quieres leer.
Pensé escribir que te fueras al demonio. Sé que lo acabo de hacer; pero inmediatemente me retracto y te digo que ya ni siquera eso haré ahora por ti.