Rom. 10:4: “Cristo es el fin de la Ley,
para que todo el que ejerce fe tenga justicia.”
-El guardar el sábado era parte de aquella Ley.
Dios usó a Cristo para poner fin a aquella Ley.
El tener una posición o condición de justicia ante Dios
depende de la fe en Cristo,
no de guardar un día de descanso semanal.
- Vean también Gálatas 4:9-11 y Efesios 2:13-16.
Col. 2:13-16:
“[Dios] bondadosamente nos perdonó
todas nuestras ofensas
y borró el documento
manuscrito contra nosotros,
que consistía en decretos
y que estaba en oposición a nosotros*
Por lo tanto que nadie los juzgue
en el comer y beber, o respecto de una fiesta,
o de una observancia de la luna nueva,
o de un sábado.”
Si alguien estaba bajo la Ley de Moisés
y se le hallaba culpable de profanar el sábado,
toda la congregación tenía
que darle muerte a pedradas,
según Éxodo 31:14 y Números 15:32-35.
Muchos que favorecen la observación del sábado
pueden alegrarse de que no estemos bajo esa Ley.
Como muestra el texto aquí citado,
el disfrutar de una posición aprobada ante Dios
ya no exige la observancia del requisito sabático dado a Israel.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)