José fue padre adoptivo de Jesús (al ser mardido de María, versículo 16) y eso es suficiente para que Jesús sea considerado, como José, hijo de David.
Los israelitas guardaban listas de los antepasados y cualquier judío podía conocer su propia genealogía. Por ejemplo Josefo conoció la suya en los registros públicos y Pablo sabía que él era de la tribu de Benjamín (Flp 3:5).
Los adversarios de Jesus le hicieron muchas acusaciones pero jamás pusieron en tela de juicio su genealogía.
Finalmente la genalogía de Mateo es abierta, como otras en la Biblia. Su fin es mostrar que Jesús era descendiente de Abraham y del rey David, cumpliendo asi las profecías del Antiguo Testamento referentes a la línea del Mesías.