El abuelo de mi madre era un poderoso curandero de origen africano, pero nacido en Santo Domingo. Vino a Manzanillo, Cuba, siendo un adolescente y allí conoció a mi bisabuela, que era blanca. Mi bisabuelo murió antes de yo nacer, creo, así que no lo conocí, pero a mi bella bisabuela sí la conocí y me hacía historias, como cuando iba con su marido por vías de negros y no de blancos, sin pensar en cómo la miraban los blancos.
Mi madre me contaba que mi bisabuelo tenía mucho poder como espiritista en la zona oriental de Cuba. Muchos enfermos iban a verlo desde la capital del país, incluso doctores. No cobraba, pero le hacían muchos regalos. Él podía hacer cosas muy raras, como hacer caminar a mi hermano mayor sobre botellas rotas sin cortarse. Eso lo hacía para que mi madre, que en ese tiempo no era testigo, pudiera creer en su poder. Mi mamá cuenta que él decía que podía hacer caminar a un hombre desde su tierra sin parar hasta la capital sin hacerse ningún daño.
Tenía muchos hierros y cosas de sus prácticas. PERO le advirtió a la familia que ninguno de sus hijos podían quedarse con aquellas cosas cuando él muriera, porque ellos no tenían la fuerza suficiente como para manejar todo aquello y que los iba a dañar. Mandó explícitamente que las tiraran al río. El mayor de sus hijos probó quedarse con todo aquello cuando él murió, pero la familia comenzó a enfermarse y mi tío abuelo casi se vuelve loco.
Cuento esto, porque hay mucha gente que se cree que puede practicar este tipo de religiones exotéricas sin tener consecuencias. Nadie juega con el Diablo y se queda impune. De hecho, a mi bisabuelo ya le habían dicho cómo iba a morir y cuándo. Es malo dedicar la vida a las cosas de los demonios.
Mi madre solo lo visitaba de vez en cuando. Él fue el que obligó a mi abuelo blanco a casarse con mi abuela adolescente después que tuvo sexo con ella y quedar embarazada de mi madre ... aunque con el tiempo se separaron. Era como el patriarca de la familia, y todos le decían "Señor". Pero mi madre vivía en otro lugar con mi padre, donde nacimos nosotros. Con el tiempo mi madre conoció a los testigos, estudió la Biblia y se bautizó. Mi padre luego, y así nos criamos. Sabemos las cosas que pueden hacer los demonios, las que parecen divertidas y las que no tanto. Algunas personas deberían estar al tanto de todo lo que conlleva dedicarse a estas religiones mistéricas antes de formar parte de algo tan oscuro.
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.