"Señor, toma este corazón de piedra, y dame un corazón de hombre: un corazón que te ame, un corazón que se alegre en ti, que te imite y que te complazca."
Última edición por Mitak45; 06-feb.-2018 a las 11:50 Razón: mal escrito
"Señor, toma este corazón de piedra, y dame un corazón de hombre: un corazón que te ame, un corazón que se alegre en ti, que te imite y que te complazca."
Siento una humilde pero gran satisfación de pertenecer a la Iglesia de Cristo Jesús que es: Una, Santa, Católica y Apostólica; lo de ""romana" son sus detractores los que insisten con ese adjetivo generalizando a la totalidad, ya se les ha explicado hasta el cansancio que ese adjetivo corresponde únicamente a la Iglesia Católica radicada en Roma, capital de Italia.
Desde luego que la fundó sobre Pedro=piedra Mateo 16:18 al que le cambió el nombre para significar su misión Juan 1:42.
El nombre originario de Pedro era Simón, de etimología griega y frecuentemente utilizado entre los judíos en tiempos de los Macabeos. Su equivalente semítico, muy semejante fonéticamente, es Simeón, que referido a Pedro, se encuentra solamente en Act 15,14 y 2 Pet 1,1.
Junto a este nombre de Simón, se agregó, con el tiempo, el de Pedro, que acabó por prevalecer. He aquí cómo lo presenta Mateo, en la relación que hace de los Doce: «Primero, Simón, llamado Pedro» (10,2; cfr. Mt 4,18; Act 10,5.18.32; 11,13; Le 6,14). A menudo los dos nombres van unidos: Simón-Pedro (Mt 6,16; Lc 5,8; lo ,41; 6,8): pero frecuentemente se habla solamente de Pedro (Mt 8,14; 14,28; etc.).
Pedro, en realidad, no es más que la traducción griega del sobrenombre arameo, impuesto por Jesús al primero de sus Apóstoles: Kepha (en griego Kefas). La imposición de este nombre está relacionada con la promesa de el primado (Mt 16,18); San Juan lo menciona ya en ocasión del primer encuentro de Jesús con el futuro jefe del Colegio apostólico (1,42). Además de Mt 16,18 y Juan 1,42, también Pablo atestigua la originaria forma aramea (1 Cor 1,12; 3,22; 9,5; 15,5; Gal 1,18; 2,9.11.14). En los demás pasajes, como ya se ha dicho, se le llama Pedro.
El término arameo Kepha significa «piedra», y en la idea dé Cristo quería caracterizar la función que desempeñaría el jefe de los Apóstoles en su Iglesia: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia» (Mt 16, 18). Pero en lugar de traducirlo como Piedra (Petra), en griego se tradujo como Pedro (Petros) debido a que se trataba de un nombre de varón.(Gran Enciclopedia Mercaba)
Última edición por agnostico100; 07-feb.-2018 a las 09:28
"Señor, toma este corazón de piedra, y dame un corazón de hombre: un corazón que te ame, un corazón que se alegre en ti, que te imite y que te complazca."
Desde luego que Cristo fundó una sola Iglesia ¿cuál?, tenemos los argumentos suficientes para demostrar que es la Iglesia Católica.
La Verdad es Una, y en la actualidad existen más de 35,000 sectas que se dicen cristianas y ser la verdadera fundada por Cristo ¿puede ser eso cierto? ¿que existan más de 35,000 verdades?
Cada dirigente de esas sectas ha sabido meter a fuego esa idea en el cerebro de sus integrantes, pero es falso, Cristo fundó Una, esa es la Iglesia de Cristo, las demás serán de quien cada quien quiera, pero la de Cristo, NO.-
Cristo fundó la suya Mateo 16,18 y la consolidó en Pentecostés Hechos 2; así que no hay más.
Jamas fundo Jesús la iglesia católica, la iglesia catolica
es el resultado de la apostasía predicha por Jesús.
Con sus vestimentas para que los admiren y distinguirse de los demas
y la adoracion de imagenes , el papa que no puede cometer un error.
Las monjas como momias ridículas.
El envolverse en la política y la guerra
apoyando un grupo en contra del otro
Católicos matándose entre ellos mismos por su país
Muy diferente de lo que enseño Jesús
es el resultado de una mezcla del cristianismo
con el paganismo.
El solo hecho de que los lideres de esta iglesia
bendicen las armas de un país para matar a otros católicos
y en el otro país el capellán hace lo mismo
Es una muestra fuerte de que no es la enseñanza de Jesus
Los católicos mencionan mas a Maria que a Dios mismo
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)