¡Oh necio, que dirás: Una Biblia; tenemos una Biblia y no necesitamos más Biblia! ¿Tendríais una Biblia, de no haber sido por los judíos?
¿Por qué murmuráis por tener que recibir más de mi palabra? ¿No sabéis que el testimonio de dos naciones os es un testigo de que yo soy Dios, que me acuerdo tanto de una nación como de otra? Por tanto, hablo las mismas palabras, así a una como a otra nación. Y cuando las dos naciones se junten, el testimonio de las dos se juntará también.
Y hago esto para mostrar a muchos que soy el mismo ayer, hoy y para siempre; y que declaro mis palabras según mi voluntad. Y no supongáis que porque hablé una palabra, no puedo hablar otra.
Y sucederá en un día en que la sangre de los santos clamará al Señor, por motivo de las combinaciones secretas y las obras de obscuridad.
Sí, sucederá en un día en que se negará el poder de Dios; y las iglesias se habrán corrompido y ensalzado en el orgullo de sus corazones.