Tú al igual que muchos de tu religión cambiáis las enseñanzas de las Escrituras..., pero las escrituras te dicen que los que han recibido el Evangelio con fidelidad, estos son los resucitados en Cristo:
Los resucitados en Cristo:
"sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados" (Colosenses 2:12-13)
"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra". (Colosenses 3:1-2)
"Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor". (Efesios 5:13-17)
Las escrituras te dicen que los verdaderos cristianos son los resucitados en Cristo. entonces no debes combatir contra lo que está escrito... Y las escrituras te dicen que los que sean dignos de alcanzar el siglo aquel y la resurrección de los muertos: "NI SE CASAN NI SE DAN EN MATRIMONIO"
A JESUCRISTO NO LE AGRADABAN aquellos matrimonios judíos, ni los matrimonios judaizantes y mahometanos que se impusieron después... donde las mujeres eran esclavas de sus maridos y los maridos cuando no las querían las podían acusar de adulterio para que el pueblo las matara a pedradas...
Jesucristo acabó con aquellos matrimonios de esclavitud y de penas de muerte para las mujeres... Por eso Jesucristo así dijo a aquellos judíos que imponían a sus mujeres las leyes de tenerlas de esclavas y de matarlas a pedradas cuando eran acusadas de adulterio:
"El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio"......... (Juan 8:1-11).
Jesucristo es Dios y vino a restablecer los verdaderos mandamientos de Dios. Y en cuanto a las mujeres que pasaban a ser esclavas de sus maridos y que podían ser apdreadas hasta morir, así les dijo a los judíos:
"Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan y se dan en casamiento, mas los que son tenidos dignos del siglo aquel de obtener también la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento". (Lucas 20:34-36)
Como vemos, las escrituras son para el presente y son claras, los que son dignos del reino de Dios (Los resucitados en cristo): "ni se casan ni se dan en casamiento"...
Y esto lo entendieron los primeros cristianos, pues ellos ya no seguían las leyes judaizantes de penas de muerte y de esclavitud para las mujeres, sino que llevaban con ellos mujeres hermanas y se unían con ellas por su mútuo consentimiento: EL HOMBRE SE UNIRÁ A SU MUJER Y SERÁN LOS DOS UNA SOLA CARNE. Los primeros cristianos así dejaron escrito:
¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? ..... ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? ..... Si nosotros en vosotros las cosas espirituales sembramos, ¿es gran cosa si nosotros de vosotros las carnales recogemos? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? (1ª Corintios 9:1-13)
En los primeros siglos, los cristianos se unían para tener familia por su mutuo consentimiento. Las tradiciones y leyes sobre los matrimonios judaizantes comenzaron a ser impuestas por obispos católicos judaizantes a partir del siglo VIII, cuando el concilio de Verneuil decide que las uniones se hagan públicamente.
Pero no todos eran tan severos, pues el pontífice Nicolás I (868-867) decía que no había pecado si las personas se unían libremente sin ritos religiosos, siempre que existiera el consentimiento recíproco.
Parece que con esto, este pontífice, de alguna forma, quiere hacer respetar la tradición de los Cristianos de los primeros siglos, en la que la unión de los hermanos Cristianos era válida siempre que se respetara el consentimiento recíproco.
(Información en 2000 AÑOS DE CRISTIANISMO, Tomo III, página 50)