Maria Laura
Todas las biblias dicen que el verbo estaba con Dios
Jehova Dios mando a su hijo, no vino el mismo.
Jesus hace la voluntad de su Dios
no la de el mismo.
El espiritu de Dios
asi que Dios es su dueño
le pertenece a Dios
Ese espíritu de Dios es su fuerza activa
no su hijo
Juan 10
18*Nadie me la ha quitado, sino que la entrego por mi propia iniciativa. Tengo autoridad para entregarla, y tengo autoridad para recibirla de nuevo. El mandamiento acerca de esto lo recibí de mi Padre
Jesus dijo que tenia autoridad
para entergar su alma/vida y tenia autoridad para recibirla
esa autoridad se la dio Dios.
Mt 28:18
18*Y Jesús se acercó y les habló, diciendo:
“Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra
A Dios no hay que darle nada
especialmente autoridad.
Lucas 23:46
Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo:
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Y habiendo dicho esto, expiró.
Entonces Dios que estaba en los cielos
Jesús le encomienda su espíritu
que es la fuerza de vida
Jesús permanecio en
la tumba inconsciente
hasta que Jehova lo resucito
Cuando Jesús clamó:
“¡Dios*mío, Dios mío! ¿por qué*me has abandonado?”
de*seguro no creía que él*mismo fuera Dios
Jesús dijo a los judíos: “He bajado del cielo para hacer, no la voluntad mía, sino la voluntad del que me ha*enviado”. (Juan 6:38.)
Después de su muerte,
Jesús estuvo en la tumba por partes de tres días.
Si fuera Dios, entonces Habacuc 1:12
está equivocado cuando dice:
“Oh Dios mío, mi Santo, tú no mueres”.
Pero la Biblia dice que Jesús sí murió
y que estuvo inconsciente en la tumba.
¿Y quién lo resucitó de entre los muertos?
Si verdaderamente estaba muerto,
no se pudiera haber resucitado a sí mismo.
Por otra parte, si en realidad no estaba muerto,
su muerte fingida no habría pagado el precio
de rescate por el pecado de Adán.
Pero él sí pagó ese precio, porque verdaderamente murió.
De modo que fue “Dios [quien] lo resucitó [a Jesús] desatando los dolores de la muerte”. (Hechos 2:24.)
El superior, el Dios Todopoderoso,
levantó de entre los muertos al inferior, su siervo Jesús.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)