Jesús cuando estuvo en el cielo fue divino, cuando vino a la tierra se despojo de su divinidad y vino a estar en la semejanza de hombres.

Jesús es el segundo Adan, ¿que fue el primer Adan?
fue un hombre perfecto.

Jesús se dice que fue en la tierra un poco inferior a los ángeles, ¿puede Dios ser inferior a los ángeles? claro que no.

La Biblia dice: “Hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, un hombre, Cristo Jesús, que se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos”. (1 Timoteo 2:5, 6.)

Jesús, ni más ni menos que un humano perfecto, llegó a ser un rescate que compensó exactamente por lo que Adán había perdido: el derecho a la vida humana perfecta en la Tierra. Por eso, el apóstol Pablo bien podía llamar a Jesús “el último Adán”, y decir en el mismo contexto: “Así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos serán vivificados”. (1 Corintios 15:22, 45.) La vida humana perfecta de Jesús era el “rescate correspondiente” exigido por la justicia divina... ni más ni menos. Un principio fundamental hasta de la justicia humana es que el precio que se paga debe corresponder con el mal que se haya cometido.

No obstante, si Jesús hubiera sido parte de una Deidad trinitaria, el precio de rescate habría sido infinitamente superior a lo que exigían las propias leyes de Dios. (Éxodo 21:23-25; Levítico 24:19-21.) Quien pecó en Edén fue solo un humano perfecto, Adán, no Dios. Por eso, para que en verdad el rescate estuviera en conformidad con la justicia de Dios tendría que ser estrictamente equivalente... un humano perfecto, “el último Adán”. Así pues, cuando Dios envió a Jesús a la Tierra como rescate, hizo de Jesús lo que satisfaría la justicia: no que Dios se hiciera carne, no un Hombre-Dios, sino un hombre perfecto, “inferior a los ángeles”. (Hebreos 2:9; compárese con Salmo 8:5, 6.) ¿Cómo podría parte alguna de una Deidad todopoderosa —Padre, Hijo o espíritu santo— ser alguna vez inferior a los ángeles?