Nos dicen las escrituras que la Ley de Dios es una y para siempre... Todo lo que Jesucristo anuló del viejo testamento es que no eran mandamientos de Dios, solo eran preceptos de hombres. Jesucristo vino a restablecer la verdadera Ley de Dios dada desde el principio... Y esta Ley dada desde siempre y para siempre es la Ley del Evangelio...
Es una torpeza muy grande seguir llamanda leyes de Dios a las leyes del viejo testamento que Jesucristo abolió.