Todo es provechoso, las leyes que se le dieron al pueblo de israel
eran santa y buena
La Ley era “santa”, ‘buena’, “excelente” (Ro 7:12, 16)
(Romanos 7:12) De manera que, por su parte, la Ley es santa, y el mandamiento es santo y justo y bueno.
(Romanos 7:16) Sin embargo, si lo que no deseo es lo que hago, convengo en que la Ley es excelente.
y todo el que pudiera cumplir a plenitud con esta Ley perfecta sería perfecto y merecedor de vida
(Romanos 10:5) Porque Moisés escribe que el hombre que ha cumplido la justicia de la Ley vivirá por ella.
(Gálatas 3:12) Ahora bien, la Ley no se adhiere a la fe, sino que “el que los hace vivirá por medio de ellos”.
►Por esta misma razón, la Ley trajo condenación y no vida, no porque no fuese buena, sino a causa de la naturaleza imperfecta y pecaminosa de los que estaban bajo ella.
(Romanos 7:13-16) ¿Acaso, pues, llegó a ser muerte para mí lo que es bueno? ¡Jamás suceda eso! Pero el pecado lo fue, para que se mostrara como pecado que obraba muerte para mí mediante lo que es bueno; para que el pecado llegara a ser mucho más pecaminoso mediante el mandamiento. 14 Porque sabemos que la Ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido bajo el pecado. 15 Porque lo que obro no lo sé. Porque lo que deseo, esto no lo practico; sino que lo que odio es lo que hago. 16 Sin embargo, si lo que no deseo es lo que hago, convengo en que la Ley es excelente.
►(Gálatas 3:10-12) Porque todos los que dependen de obras de ley están bajo maldición; porque está escrito: “Maldito es todo el que no continúa en todas las cosas escritas en el rollo de la Ley a fin de hacerlas”. 11 Además, que por ley nadie es declarado justo para con Dios es evidente, porque “el justo vivirá a causa de la fe”. 12 Ahora bien, la Ley no se adhiere a la fe, sino que “el que los hace vivirá por medio de ellos”.
►(Gálatas 3:19-22) Entonces, ¿por qué la Ley? Fue añadida para poner de manifiesto las transgresiones, hasta que llegara la descendencia a quien se había hecho la promesa; y fue transmitida mediante ángeles por mano de un mediador. 20 Ahora bien, no hay mediador cuando se trata de una sola persona, mas Dios es uno solo. 21 ¿Está la Ley, por lo tanto, contra las promesas de Dios? ¡Jamás suceda eso! Porque si se hubiera dado una ley capaz de dar vida, la justicia realmente habría sido por medio de ley. 22 Pero la Escritura entregó todas las cosas juntas a la custodia del pecado, para que la promesa que resulta de fe para con Jesucristo se diera a los que ejercen fe.