Iniciado por
Esperanza.
KIMO, creo que andas bastante liado en cuanto al tema del ladrón.
Pues de ese tema sólo se conoce lo que Jesucristo le dijo en la Cruz, EN VERDAD HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO.
No dice más, y te recuerdo que Dios tiene la última palabra.
Todos tendremos que pasar por el tribunal de Dios....unos para vida....otros para muerte.

Iniciado por
KIMO
Claro pero por el estudio de las escrituras sabemos que el paraiso que le fue prometido al ladron fue la resurreccion terrestre, pues segun las escrituras hay que nacer de nuevo, para entrar en el cielo
Vosotros, los testigos de Jehová os montáis cada rollo..., que se sale de la sencillez del Evangelio. Jesucristo le dijo al ladrón que ese mismo día estaría con Él en el paraíso y punto. Vuestras interpretaciones de hombres están fuera de lugar.
Esta promesa hacía necesario que el malhechor resucitase.
Aquel hombre había sido fiel a la verdad declarando que Jesucristo no había hecho ningún mal. Y esto le hizo pasar de la muerte a la vida porque el reino de Dios está entre aquellos que defienden la verdad, y la verdad es Jesucristo.
Este hombre no era un fiel seguidor de Jesucristo.
Había tenido una mala conducta,
había transgredido la Ley, por lo que merecía la pena de muerte.
¿Y quién eres tú para decir que ese hombre merecía la pena de muerte?... ¿Y quién eres tú para hacer buenas las penas de muerte?... Jesucristo anuló todas las penas de muerte, las guerras y el hacer daño a las personas. Hacer buenas las penas de muerte después de haber conocido a Jesucristo, es la abominación de la desolación más grande que ha conocido la historia.
Vosotros, los testigos de Jehová, igual que todas las religiones judaizantes, estáis pasados de rosca y aún no os habéis enterado de que Dios se hizo Hombre, vino a anular todas las penas de muerte y vino a enseñarnos que lo que Dios quiere es la misericordia.
Por faltar a la misericordia, se han condenado a muerte a muchos inocentes, igual que las autoridades judías y romanas persiguieron y crucificaron a Jesucristo, que era inocente. Y todo, porque faltaron a la misericordia. Y Jesucristo, que sabía todas las cosas, antes de ser crucificado, así les dijo a los judíos:
"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)