Jesucristo dio su vida para enseñarnos los verdaderos mandamientos de Dios y para librarnos de los mandamientos de los hombres escritos en el viejo testamento... Y luego mandó a sus discípulos que predicaran por todos los pueblos solamente el Evangelio:

"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,11-14).

"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 6:15-16).

Esto es lo que mandó predicar Jesucristo por todos los pueblos, solamente el Evangelio. Pero los emperadores de Roma y de otros imperios de terror del mundo no querían los misericordiosos mandamientos de Jesucristo que enseña el Evangelio. Y éste fue el motivo por el cual se volvieron a las leyes judías del viejo testamento que Jesucristo había dejado abolidas y las volvieron a imponer llamándolas a todas "palabra de Dios"...

¿Y todo, para qué?... Bien claro está que todo fue para dejar ahogado y desplazado el Evangelio de Jesucristo con sus misericordiosos mandamientos entre un montón de leyes judías y judaizantes de penas de muerte, guerras y genocidios que Dios no había mandado.

Jesucristo dejó abolidas todas aquellas leyes de muerte y de esclavitud porque sólo eran preceptos de hombres.