Yo de lo que me acuerdo es que simplemente me bastaba con copiar y pegar esto todas las veces necesarias:
"
Si el intelectito sigue con sus intentos retóricos, a la par que con su falta de evidencia, siendo que la evidencia es la necesaria y no tanto palabrerío: comenzaré a responderle en automático de la siguiente manera: (De hecho, tendré la respuesta en un documento guardado, para simplemente hacer “copiar y pegar” de la misma, las veces que sea necesario, siempre que se obstine con lo mismo) :
Puro palabrerío, pura retórica para disimular tu carencia de evidencia, que pudiera sostener tan inverosímil disparate, “el niñito y la bestia” … ¿Tienes evidencia? Bien, preséntala. Si no la tienes, entonces calla … tu palabrerío sin evidencias es un mero balbuceo, un murmullo ininteligible y fútil.
Has perdido ante el criterio o “navaja” de Ockham (lex parsimoniae): Ockham gana.
Pero, para que no sufra tu ego, es oportuno decir que no has perdido contra mí, es que te has venido a topar con el criterio de Ockham (ojo, y no un ateo: un religioso, un hombre de Dios), y ahí pierdes sin remedio ….. como un pobre perrito desorientado en la carretera…. uhhh!
"
Para dejarte calladito.
Nunca pudiste sortear eso, una y otra vez contra el muro.
Otra cosa es que,
confiando en el olvido que el tiempo va forjando, quieras cambiar una derrota por triunfo.
Porque te quejaste lastimosamente: "de esa forma querés ganar ñiiii!! ññiiiiiiiiii!!!".
Y seguiste con la retórica y sin evidencia: y por lo tanto, seguiste en la derrota.
No lograste demostrarlo:
Ockham te pisoteó sin piedad muy tristemente. Ahí es donde quieres trastocar una derrota por un triunfo, confiando en el olvido ... y los pobres huesitos no.
Fue de esas ocasiones en donde perdiste, y en forma patética ... pidiendo, porfa no...