Los deseos sexuales son una bendición. Yo amo a las nenas. Las deseo. Deseo a cierto tipo de mujeres. Ellas lo saben. Me gustan las nenas. Las amo. Y disfruto mucho deseándolas, amándolas. Les hago el amor (aunque algún policía que no cree en nada) no se lo crea. Y disfruto con ellas, igual que ellas conmigo. El sexo es una bendición. Siempre lo ha sido. Y como todo hay quien lo usa mal o no lo sabe usar.