Desde luego, que poder estar algún día al lado de Jesucristo y poder hablar con Él como el que habla con su mejor amigo, para nosotros que le amamos es la vida. Ya estamos deseando que pase esta primera enseñanza de la vida en este mundo para estar al lado de Jesucristo y así poder gozar de su compañía.
Pero ¿cómo podríamos valorar el estar al lado de Jesucristo y que nos hable y que nos responda si no hubiéramos vivido este mundo de soledad y de silencio?...
Todo este silencio y soledad que hemos vivido era necesario para poder valorar la misericordia de Dios y así poder estar a su lado. Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos recoja pronto con Él.