Para saberlo hay que poner a pruebas las enseñanzas mormonas con la Biblia.
Por ejemplo, los mormones rebajan a Dios a un ser de "carne y huesos".
Por su parte, Jesucristo nos enseña que Jehová Dios es un "espíritu" y que los espíritus no son "carne y huesos". ((Jn 4:24; Lu 24:39.)