Y como seguimos hablando de mujeres...
Esto no sólo pasa en Gran Bretaña, pasa en el mundo entero.
Y como seguimos hablando de mujeres...
Esto no sólo pasa en Gran Bretaña, pasa en el mundo entero.
Tú preguntaste:
Y yo contesté:
Lo tuyo lo tuyo, no es la lectura. O será que la rabia te hizo perder el foco.
Yo te puedo asegurar que aquí somos varios los que fuimos a la universidad, pero es mucho mejor demostrarlo a través de aportaciones pulcras, sustanciosas e interesantes, y no luciendo la charola. Aquélla vez insinuaste que la vasectomía es irreversible, ¿eso también lo leíste?Pd. Vasectomía: Lo sé porque lo aprendí en la "Uni"...
No sería la primera vez que un tipo dice a través de Internet que es casi casi doctor honoris causa en lo que sea, sin tener una buena idea de lo que esto implica. Así que, por mí, adelante, haz lo que quieras, menos amenazarme de nada.Mejor que no hables de lo que leí y de lo que no sabes que leí, porque acabarás irritándome.
Muy buen promo. Para mí, Daniel Craig ha sido el mejor James Bond; a mí mamá le fascina. :biggrin: ¿Será comunista?
Las mujeres han sido el sector social más abusado a través de la historia; reivindicar sus derechos les ha sido igual o más difícil que a muchas minorías, y aún les falta camino por recorrer. Lo más triste es que todavía existen mujeres que continúan promoviendo su propia sumisión.![]()
Última edición por MangoMartini; 10-mar.-2016 a las 15:26
Dile por favor a tu mami que es mi novio pero no tengo ningún problema en compartirlo. Para mi también ha sido el mejor Bond, el más sobrio, elegante, inteligente, wapo, casi perfecto, aysssss me salió el suspiro sin querer queriendo.
Y sí, hay mujeres que por miedo se quedan calladas. Mi prima, abogada penalista. Trabajaba para el gobierno, en el derecho para la mujer. Su marido médico pediatra, la golpeaba y abusaba de ella e hizo que perdiera el producto de dos embarazos, 11 meses duraron casados. Después de divorciados todavía la acosaba hasta que la convencimos de poner una denuncia y fue la única forma en que la dejó en paz. Las que estamos afuera no entendemos, sólo las que lo viven saben lo que es. Lo de ella era pánico.
Ciki, ya mero salen, espera.
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Igual suspira mi mamá...
Lo importante es que fue capaz de liberarse, y después de eso se hizo más fuerte que nunca. :001_smile:Y sí, hay mujeres que por miedo se quedan calladas. Mi prima, abogada penalista. Trabajaba para el gobierno, en el derecho para la mujer. Su marido médico pediatra, la golpeaba y abusaba de ella e hizo que perdiera el producto de dos embarazos, 11 meses duraron casados. Después de divorciados todavía la acosaba hasta que la convencimos de poner una denuncia y fue la única forma en que la dejó en paz. Las que estamos afuera no entendemos, sólo las que lo viven saben lo que es. Lo de ella era pánico.
¿Cómo ven?
No está bien traducida, pero se entiende. La original:
"La agenda feminista no es sobre igualdad de derechos para las mujeres. Es sobre un movimiento político socialista y antifamilia que anima a las mujeres a dejar a sus maridos, matar a sus hijos, practicar la brujería, destruir el capitalismo y convertirse en lesbianas".
Última edición por MangoMartini; 10-mar.-2016 a las 21:09
Las reivindicaciones femeninas de justicia social (entendida como igualdad de oportunidades y de derechos basada en la equidad), siguen siendo necesarias hoy en día, ya que estadísticamente, las mujeres como grupo poblacional, somos mucho más susceptibles a la pobreza extrema, a la violencia doméstica, al analfabetismo entre otras, y dichas situaciones se perpetúan por generaciones al no tener las armas o los recursos necesarios para romperlas. Ello sin entrar a que aún hay países en donde a las mujeres se las sigue mutilando, lapidando, asesinando, violando, negando el acceso a la educación o abortando por el simple hecho de ser mujeres. Eso es una triste realidad social.
Pero, en los “países democráticamente más avanzados y bla bla bla…”, con la llamada “ideología de género”, el péndulo de lo que antes eran reivindicaciones necesarias a la luz de la equidad, ya se ha inclinado hacia feminismos radicales que en el fondo no buscan “empoderar” a la mujer (hay que ver cómo les encanta esa palabra a las feministas, que dicho sea de paso, he conocido a unas cuantas que dan miedo) ni buscan reconocer su realidad social para mejorarla, sino que llanamente buscan anular, erradicar y desaparecer lo “femenino” y lo “masculino” como condiciones de la naturaleza humana.
Sus estrategias para hacerlo pasan por cambiar los “prejuicios” de los roles masculino y femenino en base a falsedades o verdades a medias con la finalidad clara de incidir de forma manipuladora, en decisiones de la vida pública tales como la legislación o la economía. En el fondo, lejos de dignificar a la mujer de acuerdo a su naturaleza femenina, lo que la ideología de género busca es implantar un relativismo moral como si fuese la única mentalidad compatible con la democracia y por ello, colectivos como Femen son claros ejemplos de la intolerancia extrema ante quien piense de forma diferente, de la violencia extrema al vandalizar y atacar físicamente a creyentes y a los símbolos religiosos, de la decandencia y la denigración humana extrema al realizar conductas deplorables para llamar la atención.
Y sí, concuerdo contigo en que al final de todo está la agenda de destruir lo femenino de la mujer a la que supuestamente quieren “empoderar” y con ello, cargarse a la familia y a la sociedad, ya que “Corruptio optimi, pessima” (no hay nada peor que la corrupción de lo mejor).
Si es verdad aquello de que “en el inicio de todas las grandes cosas hay una mujer” y se corrompe a la mujer, se llega a la degradación social que vivimos.
Efectivamente, como dices, por naturaleza, la mujer tiene unas características y unas necesidades físicas, psicológicas y emocionales muy distintas a las de los hombres y varón y mujer son complementarios entre sí, por eso la mujer no debe renegar de su condición femenina ni buscar “masculinizar” su actuar para supuestamente “empoderarse” sino que debe revalorizar y potenciar su feminidad por la que tiende a darse gratuita e incondicionalmente para cuidar a sus seres amados sin que ello tenga que implicar sumisión o sometimiento (y verlo así es una forma pobre y parcial de entender el AMOR, ya que amar es encauzar libremente tu voluntad a favor del ser amado).
¡Síiii! las feministas deberían reivindicar las consignas que argumentas, en especial esa de luchar por un salario para las madres que quieren y disfrutan realizándose en el cuidado de la familia.
Ya quisieran tantas mujeres que son jefas de familia y que trabajan de sol a sol, con doble jornada laboral (fuera de casa en desigualdad salarial con el hombre desempeñando el mismo trabajo y dentro de casa atendiendo las labores domésticas ellas solas) poder darse el lujo de “confinarse al trabajo doméstico por convicción y no por rancio tradicionalismo”, y ya quisieran poder atender personalmente a sus hijos y no tener que dejarlos en guarderías o al cuidado de alguien más.
Es muy diferente celebrar “el día de la mujer” una vez al año a ser mujer todos los días; de nosotras depende, de cada una desde su trinchera y sus circunstancias, y en concreto, las que tenemos hijos, es nuestra responsabilidad educarlos desde la corresponsabilidad de géneros y no desde el igualitarismo o individualismo, ya que varones y mujeres aportamos al mundo cada uno desde nuestra identidad y nuestros talentos naturales y somos complementarios en las diferencias.
Me encantó este post tuyo que cité Zampa
Si alguien de este foro tuviera que reivindicar mis derechos femeninos, te contrato a ti.
Saludos,
Atte. Pat Robertson.
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Sí, muy bonito; pero por convicción, no por sumisión. "Gratuita e incondicionalmente" y, luego, si llegara a tener problemas con su pareja, ¿que se quede en la calle? ¿Que se vea obligada a recurrir al auspicio de su familia y amigos? Esta clase de pensamientos idealistas color de rosa son todo menos prácticos. Que yo sepa, a ninguna mujer le han canjeado amor e incondicionalidad por leche y pañales. En el mundo "real", el que existe fuera de los foros y de Facebook, la vida cuesta dinero, y las condiciones sociopolíticas no facilitan las cosas, mucho menos en Latinoamérica, donde no hay un Estado de derecho firme, eficiente y confiable. Las garantías tienden frecuentemente a ser exigidas de forma aislada. Una cosa es el amor y la dedicación invertidas en el cuidado del hogar y crianza de los hijos, cuestiones invariablemente necesarias, y, otra, la organización familiar. Reducir el despacho de estos asuntos a sentimentalismos y discursos pseudopoéticos es cuando mucho inmaduro y desfavorable.Efectivamente, como dices, por naturaleza, la mujer tiene unas características y unas necesidades físicas, psicológicas y emocionales muy distintas a las de los hombres y varón y mujer son complementarios entre sí, por eso la mujer no debe renegar de su condición femenina ni buscar “masculinizar” su actuar para supuestamente “empoderarse” sino que debe revalorizar y potenciar su feminidad por la que tiende a darse gratuita e incondicionalmente para cuidar a sus seres amados sin que ello tenga que implicar sumisión o sometimiento (y verlo así es una forma pobre y parcial de entender el AMOR, ya que amar es encauzar libremente tu voluntad a favor del ser amado).
No hace falta esa lucha, porque la ley ya prevé tal remuneración. El feminismo alienta, cuando es el caso, la denuncia de su incumplimiento, y exige la restitución de sus derechos. La mujer debe tener libertad para elegir dedicarse al hogar, sin miedo a que en un futuro, de existir problemas con su pareja, sea despojada de su patrimonio.¡Síiii! las feministas deberían reivindicar las consignas que argumentas, en especial esa de luchar por un salario para las madres que quieren y disfrutan realizándose en el cuidado de la familia.
Las mujeres tienen todo el derecho a dedicarse por completo a la casa y a sus hijos, pero por convicción y, claro, si su situación económica se los permite. Cosa muy distinta a que algún hombre limite sus áreas de desarrollo con base en su "naturaleza femenina", y bajo coerción las relegue al trabajo doméstico. He conocido casos en los que el marido le prohíbe a su mujer trabajar o estudiar, manteniéndola prácticamente de sirvienta. También debemos considerar que no todas las parejas tienen hijos, se está dando eso por sentado, y no es así. "Mujer" no es sinónimo de "madre", y su papel en el mundo va más allá de la procreación.Ya quisieran tantas mujeres que son jefas de familia y que trabajan de sol a sol, con doble jornada laboral (fuera de casa en desigualdad salarial con el hombre desempeñando el mismo trabajo y dentro de casa atendiendo las labores domésticas ellas solas) poder darse el lujo de “confinarse al trabajo doméstico por convicción y no por rancio tradicionalismo”, y ya quisieran poder atender personalmente a sus hijos y no tener que dejarlos en guarderías o al cuidado de alguien más.
Confundes la reivindicación de derechos con la de igualdad de género. No hay motivo por el cual las mujeres deban disponer de recursos y oportunidades, ya no digamos inferiores, sino distintas. No se trata de que la mujer ocupe el lugar del hombre, sino de darle a ésta el lugar que merece, ese del que tristemente, en muchas sociedades, sigue careciendo, y retribuirle con justicia, con base en su desempeño y no en su condición de mujer. ¿En qué momento las obligaciones del hogar anulan las posibilidades de desarrollarse en otros ámbitos como el profesional y el académico? ¿En qué momento se exentó al hombre de tales obligaciones? La mujer merece reconocimiento por sus logros y contribuciones en todos los campos, no sólo en el doméstico. Es retrógrado e inaceptable pretender limitarlas al hogar.Es muy diferente celebrar “el día de la mujer” una vez al año a ser mujer todos los días; de nosotras depende, de cada una desde su trinchera y sus circunstancias, y en concreto, las que tenemos hijos, es nuestra responsabilidad educarlos desde la corresponsabilidad de géneros y no desde el igualitarismo o individualismo, ya que varones y mujeres aportamos al mundo cada uno desde nuestra identidad y nuestros talentos naturales y somos complementarios en las diferencias.
Se trata de igualar las condiciones del juego, no de igualar a los jugadores; lo segundo es absurdo e imposible. Incluso, existen áreas en donde la mujer indudablemente merece más privilegios que el hombre, por muchos motivos.
Última edición por MangoMartini; 11-mar.-2016 a las 00:32
En el ámbito familiar, cada uno de sus integrantes debe tener un papel específico, electo consensualmente y con atención a las necesidades e intereses particulares de cada unidad, constituyendo entre todos una organización modular. Sin que esto signifique que dichos papeles deban limitar en ningún sentido el desarrollo integral de los agentes. Pensando en una familia "tradicional", la mujer tiende a satisfacer las tareas domésticas, y eso posibilita al hombre, con quien comparte solidariamente las obligaciones familiares, de salir a trabajar para llevar dinero a la casa. De otro modo, al hombre le sería, o muy difícil, o muy caro resolver de forma paralela ambos asuntos; de igual manera, a la mujer le sería imposible dedicarse por completo al hogar sin esos ingresos, y, de tener que hacerlo, que ha quedado fehacientemente demostrado que sabe hacerlo muy bien, se vería inmersa en una rutina mucho más demandante. Así pues, ambos forman un equipo, y ambos tienen derecho a esos ingresos económicos que, en apariencia, sólo devenga el hombre. No se trata de que el varón, abusando de la "naturaleza femenina", de su amorosa disposición de entregarse "gratuita e incondicionalmente", aparte a la mujer de la participación económica a la que tiene derecho. Participación que no sólo debe exhibirse en especie y prestaciones, sino también en efectivo y dominio del patrimonio familiar.
Ahora bien, si la mujer, que es de quien estamos hablando, decidiera, además de las tareas domésticas, desarrollarse académica o profesionalmente, o en cualquier otro sentido, y, por tanto, requiriera del hombre una colaboración más extensa, a fin de cumplir sus metas favorablemente, éste debe hacer lo posible por concederle ese privilegio. Jamás debería negarle arbitrariamente la posibilidad de desarrollarse, y mucho menos con motivo de género.
Las cosas se facilitan cuando los hijos son mayores y pueden delegarse en ellos ciertas responsabilidades.
El dinero facilita la vida. Es algo difícil de aceptar, pero no por eso es menos cierto. Donde hay dinero, hay más holgura para el ejercicio y desarrollo de las capacidades.
El feminismo reclama, entre otros, la restitución de estos ideales.
Voy a hacer una pregunta que me gustaría me contestasen con suma honestidad: ¿Qué tan grande debe ser el sacrificio de la relación con los hijos, en aras de asegurarles un futuro económico bien cimentado y próspero? ¿Hasta qué punto, siendo mujer u hombre, debe sacrificarse el desarrollo personal por la familia?
Ahora no puedo contestarte pero dejo esta manifestación del feminismo para estudiarla.
“Las mujeres son una clase oprimida...Nosotros identificamos los hombres como los agentes de nuestra opresión. La supremacía masculina es la forma de dominación más antigua y básica. Todas las demás formas de explotación y opresión (el racismo, el capitalismo, el imperialismo, etc) son extensiones de la supremacía masculina: los hombres dominan a las mujeres, algunos pocos hombres dominan al resto. Todas las estructuras de poder a lo largo de la historia han sido dominadas y orientadas por y para los hombres. Los hombres han controlado todas las instituciones políticas, económicas y culturales y han respaldado este control con la fuerza física. Ellos han utilizado su poder para mantener a las mujeres en una posición inferior. Todos los hombres reciben beneficios económicos, sexuales y psicológicos de la supremacía masculina. Todos los hombres han oprimido a las mujeres... Nosotras no nos preguntaremos qué es lo ‘revolucionario’ ni qué es lo ‘reformista’, sólo qué es lo que es bueno para las mujeres.”
La satisfacción sexual de la mujer independientemente del hombre es el sine qua non de la revolución feminista... Hasta que todas las mujeres sean lesbianas no habrá una verdadera revolución política.