Hola Cripton,
eso que dices de abolir el capital es como no decir nada; una declaración de lo que te gustaría pero sabes que es irreal. Es como decir que para terminar con la corrupciòn y la delincuencia es necesario "que seamos todos buenos". El razonamiento es perfecto pero su aplicación es posible solo en Marte.
Se debe resolver el problema usando lo que existe y con lo que cuenta la sociedad. Venezuela como muchos países suramericanos cuenta con políticos de bajo nivel, individualistas y corruptos que hacen las leyes pensando en el beneficio de pocos y no de la sociedad. Los pocos polìticos de profesiòn y de calidad se ven diluidos en una marea de politicastros vulgares e ignorantes que son los jugadores mejores para el verdadero poder. Una clase política guiada por una Plutocracia evidente.
Cuando les aparece un Chàvez o un Correa, Lula, Morales o Kirchner, los politicastros se agarran la cabeza porque se les termina la jarana. No tienen màs un ambiente propicio y desesperan. Se ven amenazados porque se comienzan a generar leyes para los olvidados, los marginados y los sumergidos sociales que les quita riqueza para sus beneficios directos o de sus patrones; que significa también menos poder en la sociedad.
Quedò demostrado en Argentina que es una propuesta que no funciona eso de que hay que ayudar a los empresarios para que haya inversión o que hay que tentar a los capitales extranjeros a invertir o todas esas cosas tendenciosas para poder dar màs a quienes tienen ya mucho. Primero se debe distribuir lo que hay para que la gente pueda consumir y asì se tienten “realmente” los inversionistas: nadie invierte si no hay consumo; no se puede tentar capitales extranjeros sòlo con promesas de politiqueros de cuarta que le aseguran que en el futuro habrà un consumo y que jamàs se cumplió.
Hemos visto como el poder plutocrático pone todas sus armas para engañar a los extranjeros y también al pueblo con la propaganda mediática que confunde con ideas falseadas, "verdades a medias" o con mentiras. Vemos hasta en este foro como la propaganda afecta a algunos màs despistados mostrando fotos de supermercados vacíos o mendigos en la calle que podrían ser tomadas en cualquier parte del planeta. Los políticos honestos y trabajadores no necesitan de propaganda barata; pero en Suramérica no son mayorìa y no hay métodos para obligarlos a que lo sean.
En Suramérica nadie hace leyes para que las cosas funcionen bien y para que se combata la corrupción y la mediocridad tanto en los políticos como en quienes tienen la oportunidad de serlo.
Tu comunismo será para otra oportunidad futura; muuuuuy futura.
Te saludo.