
Iniciado por
piroju
Imagino que sabras donde decimos eso ¿verdad? Es para que lo pongas aqui si o quieres quedar como mentiroso.
Lo que nosotros decimos son dos cosas, una que cuando fue resucitado, no fue con el mismo cuerpo que murio.
(Lucas 24:32) Y ellos se dijeron el uno al otro: “¿No nos ardía el corazón cuando él venía hablándonos por el camino, cuando nos estaba abriendo por completo las Escrituras?”.
Los discípulos no lo reconocieron, eso significa que no era el mismo cuerpo.
(Juan 20:15) Jesús le dijo: “Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?”. Ella, imaginándose que era el hortelano, le dijo: “Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo quitaré”.
María Magdalena pensó que era el que cuidaba el huerto, no reconoció a Jesús porque iba con otro cuerpo.
Y la segunda cosa es que antes de poder entrar en el Cielo Jesús tuvo que dejar su cuerpo carnal y tener un cuerpo espiritual.
(1 Corintios 15:50) Sin embargo, esto digo, hermanos: que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la corrupción hereda la incorrupción.
Asi que no te inventes mas cosas que decimos los TJ. Y si las dices pues citala de donde la decimos
Primera mentira Jesús no tuvo "otro" cuerpo sino el suyo mismo pero resucitado incorruptible ... ahora lee porque no lo reconocieron..
Lc. 24:13Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. 14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. 15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. 16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. 17Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?
...28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. 29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. 30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.