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VANGELIS
Paz contigo.
Cristo hace nuevas todas las cosas, tiene Una Iglesia con un solo Pastor, y a ésta, se le ha dado poder de atar y desatar en el cielo.
Tampoco necesito de una imágen para hablar con Dios ó acordarme de Cristo ó de su Madre, pero cuando la Iglesia no te prohíbe tener imágenes religiosas y con autoridad díce: "Háganse imágenes y ponganlas en las Templos, en los caminos, en las casas, etc" entonces entiendes que Dios Altísimo no prohíbe esas imágenes y con autoridad y por poder del Espíritu Santo dado a María Virgen y a los Apóstoles en el Cenáculo, la Iglesia del Señor ata y desata y confirma, anúncia y nos comunica la voluntad de Dios.
Como alguien escribió por aquí: "eso es para pobres de espíritu que necesitan de imágenes", . . . ¿Pobres de espíritu? pero si el reino de los cielos es de ellos?.
"Bienaventurados mas bien los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen"
dijo Cristo.
Muchos dícen: "Yo tengo a Cristo en mi alma y desde el fondo del corazón me comuníco, le hablo, le adoro, . . ."
Pues si realmente logras eso, deberían ser: el mejor prójimo de todos.
Si tienes a Cristo tan dentro tuyo, te haces otro Cristo, . . miremos nuestro comportamiento como prójimo y veremos si realmente tenemos a Cristo "tan fácilmente dentro de nuestra alma", . . . preguntémonos: ¿Qué tal cristiano soy? ¿Cómo soy como prójimo? ¿Cómo soy con el que odio y no me cae bien? . . . entonces sabremos si Cristo vive o no en nuestra alma.
De esto, nos van a pedir cuentas estrechisimas, no de las imágenes que la Iglesia del Señor aprueba con toda autoridad impuesta por Él, de atar y desatar.
El Padre dijo antes del Hijo: "No te harás imágenes", . . . luego Él mismo ordenó hacer un par de Querubines, pues sólo Él tiene autoridad de desatar lo que ató antes, . . . luego vino el Hijo y habló con autoridad de Dios, instituyó una Iglesia pensado en la fe y salvación de las gentes de los futuros siglos y tiempos, y les dió su Espiritu Santo, les dió autoridad de atar y desatar en la tierra, quedando atado y desatado así igual en el cielo, . . .
Señores, Dios no me va a pedir cuentas de por qué tengo un Cristo en casa ó una imágen de su Madre, ó por qué llevo una cruz en el pecho, ó por qué rezo el rosario, . . . porque la fe hace eso, . . . Me pedirá cuentas de mi amor y fidelidad hacia Él, y de mi amor hacia ustedes, mi prójimo. (vease las muchas maneras y formas de servir y amar al prójimo).
El primer mandamiento, el amor a Dios y al prójimo, es "la llave que abre el cielo", el verdadero amor a Dios es cumplir los 10 mandamientos, no es un amor de corazón ni de la boca para afuera, . . . el verdadero amor implíca mucho mucho mucho sacrificio, . . . para cumplir sólo el sexto mandamiento ¡cuàntas cosas hay que dejar! ¡cuántas renuncias a muchas cosas que amamos! . . .
hay que preocuparse por cumplir con estas cosas, no "en las imágenes" que bendícen nuestros templos y casas, . . . . así como un florero adorna la casa de un protestante, así una imágen bendíce la casa de un católico. Pero eso no salva, para eso hay que cumplir los mandamientos.