
Iniciado por
Zampabol
Esto que dices no es correcto. Si conoces la parábola de los talentos verás que Dios exige a cada uno que desarrolle su potencialidad en virtud de las facultades que le han sido otorgados. Ese conformismo es más propio del islam, no del cristianismo.
El cristiano ha de vivir la vida en plenitud pero volcado con la misma intensidad con su prójimo (esa es la teoría, el incumplimiento de los que lo incumplan no quita un ápice de efectividad al mensaje)
La creencia en una vida posterior es lo que da fuerza para remontar los malos momentos. El que no cree no tiene asidero al que agarrarse en la desesperación, el creyente mantiene viva la llama de la fe que le dice que Dios aprieta pero no ahoga. No verás nunca, en plenas facultades mentales, a un cristiano suicidarse. Lo verás mucho en ateos.
No, no es un disparate, es una realidad. La ley para el ateo NO TIENE por qué ser moral o ética. Si la ley le permite violar él podrás violar sin cargo de conciencia. Lo vemos con claridad en las leyes abortistas. El ateo defiende. incluso contra su propia naturaleza humana, el hecho a todas luces inmoral, de acabar con sus propias crías.
El nazismo fue otro ejemplo de sustitución de los principios morales del cristianismo por una legalidad que permitía el exterminio del prójimo sin n problemas. Un ateo podía matar a un judío y no sufrir una pena por ello. Un cristiano que lo hiciese, sabría que por encima de las leyes humanas siempre estarían las divinas.
El ateo siempre tendrá una conciencia basada en sus propios intereses. Es decir, si una ley me viene bien, es una ley buena. No tiene por qué pararse a pensar en que hay una ley por encima de la ley humana con mayor fuerza que esta. No todo el mundo es buena persona, por tanto unas leyes alejadas de una moral universal están expuestas a los vaivenes de los criterios morales de los que las redactan.
O sea que cuando un creyente pasa por un mal momento, "se agarra de Dios" pero cuando un no creyente pasa un mal momento se suicida. Error. Los ateos también tienen padres, hijos, trabajos, también son seres sociales, también se enamoran, también son gregarios y principalmente también son seres volitivos, no los mueve la fe en una vida posterior (incierta, indemostrable... acaso falsa) pero eso tampoco los frena. Finalmente si una persona desea atentar contra la humanidad (incluso la propia), lo hará no obstante su fe, o ausencia de ella, no obstante sus inclinaciones morales.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.