Entonces, ¿tú crees que Dios mandó a los hombres que mataran a otros hombres?... Si crees eso, no estás de acuerdo con lo que Jesucristo nos enseña en el Evangelio, pues Jesucristo, que es Dios que se hizo Hombre, nos enseñó en el Evangelio los verdaderos mandamientos que había dado Él mismo en tiempos de Moisés, y los mandamientos que Jesucristo nos enseña mandan: "NO MATARÁS", amor, misericordia y perdón.
Jesucristo nos enseñó los verdaderos mandamientos de Dios y abolió del viejo testamento los mandamientos que mandaban a los hombres que hicieran daño y mataran a otros hombres, y los abolió porque no eran mandamientos de Dios sino preceptos de hombres. Y es que en el viejo testamento hay escritos muchos preceptos que no fueron dados por Dios sino que sólo son preceptos de hombres, porque la Ley de Dios fue cambiada por los escribas, como nos dicen los profetas:
"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).
"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6)
"Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos" (Isaías 10,1-2)
Y Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les dijo a los escribas y fariseos:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9