Diez mentiras que dije como Misionero Mormón.

1. No estamos tratando de convertirlo.
De todas mis mentiras, ésta fue la más frecuente. La aprendí así, mientras estaba en Winnipeg, Manitoba, que fue mi primera asignación. Una frase estándar con que empezabamos de puerta en puerta era con “Representamos a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”. Interrumpiendonos, muchas personas decían que ya tenían su propia religión. “Oh, no estamos tratando de convertirte”, respondía. “Estamos compartiendo un mensaje para todas las religiones.”

Pero los misioneros mormones tienen un objetivo primordial, y esto es, traer conversos a la iglesia. Es evidente que este era el objetivo de mi misión. Definitivamente yo no cambié el sol del sur de California por la nieve, simplemente para construir relaciones interreligiosas. Mi llamamiento era enseñar las lecciones misionales aprobadas por la iglesia y luego bautizar a estas personas.