Un romano entra a un bar y pide un martinus.
"Querrá decir martini" contesta el cantinero.
"Si lo hubiera querido doble, lo pido doble" replica el romano.
Un romano entra a un bar y pide un martinus.
"Querrá decir martini" contesta el cantinero.
"Si lo hubiera querido doble, lo pido doble" replica el romano.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.