García Lorca recitando su último poema, justo antes de su ejecución durante la guerra civil española en agosto de 1936, por un pelotón de fusilamiento fascista.
García Lorca recitando su último poema, justo antes de su ejecución durante la guerra civil española en agosto de 1936, por un pelotón de fusilamiento fascista.
-He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto; es un intento de colonización del otro. (Saramago)
No pretendo cambiar el mundo pero en el pedacito que me tocò pretendo hacer la diferencia..Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!