En efecto Uninauta, no hice referencia a todos los otros puntos que mencionas pues hacerlo sería para defender las religiones, lo cual me apartaría un poco de mi interés en resaltar las diferencias entre el ateo y el anti teísta.
Tengo la impresión que muchos anti teístas son más creyentes resentidos que ateos de convicción pura. A lo mejor algún cura cometió improperios como robo, lujuria etc que por eso les resienten.
Mencionas un buen punto que es el apoyo económico que algunos gobiernos dan a las Iglesias. Pero hay que ser realistas. El 85% del mundo latinoamericano se llaman religiosos, lo cual constituye una fuerza que acarrea su peso político nos guste o no nos guste. Es entendible que los políticos busquen atraer esos votos facilitando las cosas a los poderes religiosos. Pero al fin y al cabo es la mayoría de esas poblaciones quienes se benefician con la ayuda estatal, y tampoco es mucho lo que piden.
Los ateos que conozco niegan la existencia de Dios, En cambio muchos anti teístas más bien aparentan odiarlo por la forma de expresarse. Son falsos ateos y no sé si se engañan ellos mismos.
Lo que es obvio es que la mayoría de la gente no ven que su vida termina con la muerte y no están preparados para aceptarlo; por eso siempre habrán teístas y religiones. Un saludo,