Querido lobo, me pintaría para ti los labios azules en la madrugada, así te dejaría azulados los besos de lobo que das. Te iba a dejar estos labios, pero al final los consideré demasiado eróticos... y qué pensarías de mí.
Mejor éstos:
Oiwa linda, bienvenida! Grande, Pita Amor, de esa forma concibo su casa, grande, hermosa y sui géneris como la casa Batlló de Antoni Gaudí. Claro, entendiendo la metáfora entre ella y su casa. Ya lo dice la filosofía budista: nuestro cuerpo es un templo.
Mandrágora, La vida vulgar es una lindura de poema. Como si hubiese sido escrito para mí. Soy muy pretenciosa, ¿o no?
Gracias por compartir, chicos.
Para ustedes:
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Última edición por Estrella_fugaz; 21-nov.-2014 a las 11:36
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Que no sea tu cuerpo la primera tumba de tu esqueleto.