La primera vez que soñé con ella estaba en la primaria, solíamos salir a jugar en un lugar donde no pasaban carros, no había tanto el problema de la inseguridad.
No nos quedábamos fuera hasta tan tarde; más o menos para las 6 pm ya estábamos en casa listos para bañarnos.
Cierto día, o noche, soñé con una de esas ocasiones; solíamos jugar encantados de parejas y con una pelota, así las cosas serían más rápidas; ella estaba entre nosotros, su particularidad era que no tenía parte blanca en sus ojos; aún así era linda, de piel blanca y de cabello medianamente largo que en medio de la noche parecía negro. Jugamos toda la noche y estábamos tan emocionados, riéndonos de todas las locuras que hacíamos que el tiempo se nos fue tan rápido.
Cuando el fin comenzó a salir el sol (cosa que jamás en la vida real pasó porque nunca jugábamos toda la noche entera), dije – ya está amaneciendo, ya me voy a dormir – irónico pero eso fue lo primero que se me ocurrió. Entonces ella me siguió hasta la casa, y sentía los pasos detrás de mí, me preguntó si al día siguiente en la tarde/ noche iríamos a hacer algo, y le dije que sí, jugar de nuevo donde nos quedamos, junto a los demás que habían jugado con nosotros esa noche.
Entonces, atravesé el portón y justo en ese entonces me di la vuelta para preguntarle su nombre y lo último que vi fue una parte de su vestido dando vuelta en la esquina a una cuadra de mi casa – me pregunté cómo se había movido tan rápido. Cuando me desperté me sentí tan bien de tener una amiga así, me daba mucha confianza, pero me sentí mal de no saber cómo se llamaba.
Claro, era un sueño, pero fue tan real, y la pensé durante mucho tiempo, como si fuese alguien que vino de tan lejos y se le extraña; me preguntaba quién era, y si de verdad existía, aunque eso fue absurdo tan solo pensarlo, porque los sueños nunca rebasan la línea de la realidad.
Un día, ya en la prepa, estaba por almorzar, como cada mañana, veía los rayos del sol tocar el comedor de mi casa, mi mamá decía algo en la cocina, pero yo no le ponía atención porque tenía sueño, escuchaba las noticias por la TV a lo lejos, y tampoco les ponía atención a detalle.