«Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3
¿Dar luz verde?
Si hasta la llave para encenderla ya me la sacaron! jajajajj
Hagan lo que quieran.
Eso si...cuando terminen, no quiero sangre por el piso ni muebles quebrados, ok?
El que rompe paga!
.
Dentro de la ética antropológica es muy sonado el caso del proyecto Camelot, sobre la responsabilidad del investigador social con la información que obtiene y el fin de cómo lo obtiene, ya que dentro del código de ética de la Asociación Americana de Antropología (AAA) se detalla:
1. El antropólogo social en todo momento debe informar su permanencia en la comunidad o lugar de estudio.
2. Tener consentimiento de la población o del representante de así requerirlo.
3. Informar en todo momento cuál es el propósito de la investigación, de igual forma no se debe de engañar a la población con ésta, es decir, que informe que está haciendo un trabajo diferente al que realmente se hace.
4. El estudiado en todo momento tiene el derecho de solicitar que sea un informante privado o en su caso jamás mencionarlo en toda la obra.
5. De así requerirlo el informente puede solicitar la copia de la información, respetando los derechos de autor del investigador.
Estas entre muchas se me hacen las más importantes.
Sin embargo, durante 1963 y 64' el gobierno estadounidense aprobó el presupuesto para que se llevara a cabo dicha investigación, el proyecto Camelot tenía como único fin "descubrir las razones de una insurrección y cómo detenarla", creo que no es necesario decir con qué fin ¿verdad?
El proyecto tenía la mira de la zona de sudamérica, por la ola de protestas contra las dictaduras y golpes militares, sin embargo, el proyecto llegó a saberse dentro de la sociedad y este mismo se vió obligado a cancelarlo, dando por terminada uno de los tabús más grandes dentro del gremio. Actualmente existe un proyecto del mismo corte en la zona del medio oriente.
Y me dejaste en eso, me sacaste del proceso, me diste una trompada con tu brazo secular, y me dejaste llorando, con los mocos por el fango mientras te pedía otra oportunidad, soy un hombre que sufre...
.
Hasta tu aporte, nunca había leído nada del Proyecto Camelot.
Algo parecido -aunque no secreto-, fue la Escuela de las Américas en Panamá.
Sólo con mencionar que Noriega, Contreras y Galtieri, fueron alguno de sus discípulos más destacados de esa “escuela”, sobra decir cuál era su temática pedagógica.
.