Encuentro en el criterio de beltroni un vacío que me deja un sinsabor. Esto desde la vez pasada que estuvimos discutiendo.
Él dice que no habría mucha diferencia entre la legalización y la situación actual debido a que ya las drogas están al alcance de todos, pero a la vez dice que una legalización no es viable porque afectaría más a las personas que no son adictos, entiéndase las nuevas generaciones.
Al respecto sólo diré lo que ya había mencionado, una legislación, por escueta que sea, permitiría que quién vaya a comprar un cigarro de marihuana ya no deba hacerlo con el tipo de la esquina en la sombra de la noche sino con el dependiente que no se arriesgará a que le cierren el negocio por venderle a menores por ejemplo.
Acá en mi país aún se produce mucho alcohol de contrabando, pero no por eso las licorerías lo venden, saben que de hacerlo las sanciones serían más fuertes que las posibles ganancias al vender un producto no regulado por las autoridades sanitarias, hacendarias, de patentes y de comercio.
Con respecto a las nuevas generaciones, un chico que quiera conseguir licor, tabaco, marihuana o lo que sea, lo conseguirá donde sea. Es sabido que lo contrabandeado es de inferior calidad, así que si de todas formas conseguirán las sustancias ¿porqué no procurar que la sustancia que vaya a ser consumida sea lo menos dañina posible?
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.