La gente se casa por todo lo que a título de burocracia sigue representando (pensiones, certificados y demás historias) Tampoco falta la familia tradicional que escogen la iglesia como centro de unión católica de la pareja, pero cada vez, es mayor el número de ceremonias por lo civil.
Al final, lo mejor de las bodas sigue siendo el borracho de turno con la servilleta en la cabeza y haciendo malabares con la botella de champán vacía y solo por eso, animo a todo el mundo a que se case.