Pues ha sido que no.
Son arrogantes, pero porque pueden. Hoy por hoy, el Red Bull de Vettel es imbatible. En la carrera, erraron la estrategia cuando salió el Safety Car…, y aún así, Vettel pisó el acelerador y volvió a sacar los veintitantos segundos de ventaja que le volverían a poner en primera posición cuando cambiara neumáticos, como así fue. Y, tras el cambio de neumáticos, volvió a pisar y a alejarse del resto.
No es normal lo de ese coche, y más, viendo como es el otro Red Bull, batido siempre por Alonso. Parece que hay dos coches Red Bull, el bueno para Vettel (insuperable), y el “otro” para Mark Webber, que se rompe, se quema, se estropea… Y no puede decirse que Webber sea un mal piloto, porque no lo es (estuvo a punto de ganar un mundial y disputó con Vettel muchas carreras… en el pasado). Yo tengo la mosca detrás de la oreja con el rendimiento del coche de Webber: si un coche Red Bull le pasa algo, o los mecánicos la pifian, o surgen “complicaciones”, siempre será en el coche de Webber, nunca en el de Vettel. Y, lo de ayer, viendo la diferencia abismal entre ambos coches, es para ver que no son iguales.
En fin, que este mundial se ha acabado, ha ganado el diseñador del coche de Vettel, y los de Ferrari tienen que espabilar para diseñar el nuevo coche del año que viene. En lo que queda de año, disfrutaremos de las remontadas de Alonso el domingo después de las clasificaciones grises de los sábados (por cierto,
la salida de Alonso este domingo ha sido espectacular. Impresionante. Si nos olvidamos de Vettel, las carreras de Formula 1 son emocionantes)