
Iniciado por
gabin
Respecto a que en una sociedad futura estuviese prohibido interrumpir el embarazo.
En este hipotético futuro, de no haber involución y fuera progresando en toda sociedad el conocimiento, información, nivel de vida, tecnología, medicamentos, etc., y aunque tuvieran resuelto desde su nacimiento, la educación y el mantenimiento de todo niño, ¿cómo?, los gobiernos de esta avanzada futura sociedad podrían saber si un mujer está embarazada, para hacerla seguir por ley con su embarazo, si ésta, no lo da a conocer, quiere ser dueña de su propio cuerpo y tener hijos cuando ella lo planifique, caso de querer tenerlos. (Por más responsable y conocimientos de sexualidad que se tengan, los imprevistos nunca podrán erradicarse).
Acaso en esta avanzada futura sociedad dejarán de fabricarse anticonceptivos; hoy, los hay, llamados del "día siguiente", y no es mucho suponer, los habrá, si no los hay ya hoy, de la "semana siguiente", o, del "mes siguiente".
También se considerará un asesinato por parte de los fanáticos religiosos cristianos, a los que tendrían, tal vez, hasta un arrobamiento de vivir bajo una teocracia para encasquetarnos su moralina preferida, a lo talibán, o tal vez, más moderada a lo iraní. Allí las mujeres se lo pasan pipa, como todo el mundo debe saber. Y los hombres iraníes si quieren follar y no quieren hacerlo ilegalmente con una prostituta, está mal visto ir de putas, no podrían disfrutas de las huríes ni alcanzar el paraíso que les ha prometido su religión. Y qué hacen, llaman al religiosos de turno y los casa por un día, o varios, con una mujer a la que han convencido, casi siempre por una pasta- y no de la pastelería- y, hala, hala, a follar legalmente, que fornicar es pecado y gordo. ¡¡¡Qué mundo el regido por la religión!!!
La católica también por una pasta gansa ha descasado a matrimonios con hijos. Se inventan cualquier escusa cuando les conviene y matrimonio nulo para que puedan volver a casarse por la iglesia. Moralistas hipócritas esta casta de capitostes gerontocráticos cristianos, junto con los fanáticos creyentes que los siguen sin más.
¡Qué se puede esperar!, de esta casta de capitostes cristianos, que, de poder, ilegalizarían el divorcio y prohibirían los anticonceptivos, por dar dos ejemplos que muestran palmariamente lo retrógrados y cavernícolas que son. Viven de espaldas a la sociedad del mundo real; claro, el suyo es del otro, del fantasioso.
Y si el fármaco más rápido para evitar embarazos no deseados, actuara, unas horas, o minutos después de que el aguerrido espermatozoide triunfador hubiese reptado hasta conseguir su objetivo, ¡bingo!, penetrando en el óvulo, los fanáticos seguidores que dicen amén, a todo lo que salga de los labios de sus pastores religiosos, ¿sería de extrañar mostrasen la fotito de un niño, hasta con bigote, escribiendo: ¡es un asesinato!?