Las carencias del ateo militante




Después de haber leído cientos de post de ateos militantes, se descubre en ellos un denominador común. Todos ellos están marcados por vidas tortuosas, familias desestructuradas, incapacidades para la empatía social y un cúmulo de complejos de los que culpan a aquellos que manifiestan una felicidad en la que ellos, por no haberla conocido nunca, no creen.

Sus expectativas son siempre negras y pesimistas, se apuntan a todo lo que signifique destrucción o muerte, son abanderados del aborto, la eutanasia, la eliminación de "deformidades, la ruptura social y cualquier cosa que sea romper con lo que ellos creen la causa de sus desgracias: ¡Una sociedad en la que son ellos los que no encajan!

Se equivocan al pensar que el mundo es el problema. Se equivocan al pensar que los creyentes los persiguen o que la imperfección del mundo serán ellos, en su cortedad de miras, los que la solucionarán.

El problema del ateo militante es haber vivido una vida falta de muchas cosas que por desgracia para ellos no tuvieron la oportunidad de vivir. Se demuestra en cada uno de sus posts y trasciende más allá de sus letras.