Siempre hay que ser balanceados, como católicos tenemos mucho que corregir, principalmente en cuanto a conducta, pero no en cuanto a doctrina, lo que tenemos que corregir lo mismo nos lo demanda la sociedad no creyente que nos lo demanda la doctrina de Cristo, pero nosotros no predicamos a nosotros mismos sino que predicamos a Cristo. Tenemos que ser mejores cada día porque también somos pecadores, pero el que seamos pecadores no significa que la doctrina de Cristo sea falsa.
Si nuestra conducta testimonia que Cristo vive en nosotros en su doctrina, entonces nuestra predicación de Cristo es doblemente fuerte y eficaz.
Totalmente de acuerdo