Y mire que estaba buscando el argumento que me hizo favor de brindar sobre lo facìl que es sucumbir a el juicio pronto de los otros...
Saludos
Y mire que estaba buscando el argumento que me hizo favor de brindar sobre lo facìl que es sucumbir a el juicio pronto de los otros...
Saludos
“El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.”
- José Saramago, El Doble
“El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.”
- José Saramago, El Doble
“El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.”
- José Saramago, El Doble
"Esta fablilla,
salga bien o mal,
se me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un borrico
por casualidad.
Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal
y dió un resoplido
por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
«¡Oh!», dijo el borrico,
«¡qué bien sé tocar!;
¡y, dirán que es mala
la música asnal!»
Sin reglas del arte
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad..." {maestro Tomás de Iriarte y Hernández de Oropesa, dixit -en, tres veces la nariz en el suelo, s/. "Fabulas Literarias" (cfr. tom. I de la "Colección de obras en verso y prosa de don Tomás de Iriarte"; Villa y Corte, Imprenta de Benito Cano, 1787)-}
Siempre, en cualquier caso, a sus encantadores pies, mi muy querida, estimadísima María.
Jaume de Ponts i Mateu
Me gustan las fabulas, esta me la aporto la abuela hace muchos años.
Gracias
Saludos
“El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.”
- José Saramago, El Doble
Estoy en una discusión con mi hija, en la escuela le enseñaron un dialogo, tipo fabula llamado tigre negro, venado blanco; sobre los valores y esas fijaciones de la sociedad, en fin; apenas entro la luz del sol en mi primer día de descanso y ya estaba lista con sus ganas bélicas de demostrarme cuanto había aprendido de ello.
Saludos Amigo
“El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.”
- José Saramago, El Doble
"Un fabuloso tigre negro que habitaba la selva del Amazonas estaba cansado de dormir a la intemperie. Pensaba casarse muy pronto y, para casarse, hay que tener una casa. Por eso decidió construir una choza con todas las comodidades, a la orilla de un río. Pero no era el único que planeaba construir en ese lugar... Un delicado venado blanco tenía idénticos propósitos, ignorante de que por allí andaba una de sus mayores amenazas. Una mañana, antes de que saliera el sol, el venado comenzó a preparar el terreno para construir y salió de paseo. En ese momento llegó el tigre, quien se sorprendió al ver que la superficie estaba lista y despejada para fincar. “Con seguridad Tulpa, el misterioso dios de la selva, ha venido a ayudarme”, pensó, y comenzó a trabajar con unos troncos que ya estaban cortados. Horas después, ya exhausto, se alejó de allí para descansar. Al amanecer siguiente llegó de nuevo el venado y al hallar tan avanzada la obra también creyó que el enigmático Tulpa le había prestado ayuda. Le puso techo a la choza, la separó en dos habitaciones, y se puso a vivir en una de ellas. Por su parte, el tigre negro llegó más tarde y al ver la choza terminada, se instaló en la habitación situada junto al dormitorio del venado. Así transcurrió la noche. Ambos despertaron con sed y, al dirigirse al río para beber, se encontraron frente a frente y comprendieron lo que había ocurrido. “Bueno”, dijo el venado, “esto ocurrió porque Tulpa quiere que vivamos juntos, ¡qué raro! ¿verdad? Y como todavía somos solteros podemos compartir esta choza ¿qué te parece?”. El tigre respondió: “Está bueno. Podemos dividirnos las tareas; hoy a mí me toca ir por la comida”. El tigre salió de cacería y regresó cargando ¡el cuerpo de un venado rojo! Al entregárselo al venado blanco éste lo preparó, pero no probó bocado y aquella noche no durmió pensando en que el tigre podría devorarlo. Al día siguiente tocó al venado salir a buscar la comida. Halló un tigre más grande que su compañero y, con la ayuda del oso hormiguero, lo capturó y lo llevó a casa. “Mira”, le dijo al tigre negro, “aquí está la comida”. El tigre negro cocinó la carne, pero no la probó. Cuando oscureció tanto el tigre como el venado temblaban pensando en el ataque del vecino. Accidentalmente el venado golpeó la pared de su cuarto. El tigre reaccionó con un rugido. Ambos creyeron que la guerra había comenzado y salieron huyendo. La choza quedó abandonada y fué ocupada por un grupo de monos. En la noche, otra vez a la intemperie, el tigre negro pensaba “¡tan sencillo que hubiera sido conversar y ponernos de acuerdo, ahora que yo estaba pensando volverme vegetariano!” El venado blanco, vagando bajo la lluvia también reflexionaba: “extraño al tigre; hubiera sido increíble vivir juntos y reunir a nuestras familias..; ahora tendremos que empezar de cero”..." {adaptación de la famosísima légende guaraní del mismo nombre incluida por el maestro Ciro Alegría Bazan en el libro "Leyendas y fábulas latinoamericanas" -Villa y Corte, Espasa/Calpe, 1982-}; se refiere a esta légende.., ¿verdad, chérie?
¡NO la cambie! Es un LUJO de toma pan y moja una institución educativa donde le hablen a los/as alumnos/as de valores (acá, en este lado del charco, la cosa es DIFICILÍSIMA y, si se encuentra, NUNCA es por menos de -para la Educación General Básica- grosso modo 500 € mensuales, matrículas y extras aparte -con menos dinero no más se encuentran lugares donde sólo preparan para ver la telebasura tranquilamente y hasta pidiendo más y más-). NO la cambie de escuela, pues, si no lo considera auténticamente imprescindible.
Siempre, en cualquier caso, a sus encantadores pies, mi muy querida, estimadísima María.
Jaume de Ponts i Mateu