Han visto el mar desde más de 100 km de distancia?
Siempre que se acercaba noviembre, cuando los días se hacen más cortos y las noches más largas, me sentaba en las bancas del parque a esperar que llegara la hora en la cual la tarde ya no es tarde y la noche aún no llega. Con amigos, con amigas, solo o con desconocidos, como fuera... me sentaba en esas bancas al costado de la vieja escuela a esperar que el sol se pusiera sobre ese pedacito de mar que se podía percibir desde las colinas de mi viejo pueblo a muchísimos kilómetros de esa costa pacífica que tanto añoraba.
Karla. (Ésta es la palabra que dejo como referencia para el tema, no mi firma)
Última edición por Nietzscheano; 17-ene.-2012 a las 13:25
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.