Sentir como caes, sentir como el aire negro entra tu pecho...
Enlazar las cuencas de tus ojos y sentir el amanecer ciego...
Morir es lo que siento, aunque en realidad no siento nada...
El mundo es tragico, no lo abandones
誰が痛みの女の子ですか?
年間で花のようにその花は一度だけ、
月のダークサイドの城に単独で閉じ込め
El idiota (fragmento)
" Un hombre que es asesinado por unos bandidos de noche, en un bosque, o
algo por el estilo, tiene hasta el último momento la esperanza de salvarse. Ha
habido casos en que un hombre a quien le han cortado el cuello tiene
esperanza todavía, o sale corriendo, o pide que se apiaden de él. Pero en este
otro caso, por el contrario, esa última esperanza, que permite que la muerte
sea diez veces menos penosa, es eliminada con toda certeza: la sentencia
está ahí, y la horrible tortura está en que sabes con certeza que no te
escaparás, y no hay en este mundo tortura más grande que ésa. Lleve a un
soldado a una batalla, póngale delante de un cañón y dispare, y él seguirá
teniendo esperanza; pero si a ese mismo soldado se le lee una sentencia de
muerte cierta, se volverá loco o romperá a llorar. ¿Quién dice que la
naturaleza humana puede soportar esto sin perder la razón? ¿A qué viene
tamaña afrenta, cruel, obscena, innecesaria e inútil?
(...)
El hombre del que hablo fue conducido un día al cadalso con otros condenados,
y le leyeron la sentencia que le condenaba a ser fusilado por
crimen político. Veinte minutos más tarde se le notificó el indulto y la
conmutación de su pena. Los tres primeros fueron conducidos y atados a los
postes; sabía de antemano en lo que pensaría: toda su ansia era imaginarse,
con la mayor rapidez y claridad posibles, como sería aquello: en aquel instante
vivía y existía; en tres minutos qué cosa sucedería alguien o algo distinto.
Pero confesaba que nada le fue más penoso que este pensamiento: -Si no
muriese. Si me devolviesen la vida. ¡Qué eternidad se abriría ante mí!
Transformaría cada minuto en un siglo de vida; no despreciaría ni un solo
instante y llevaría cuenta de todos los minutos para no malgastarlos.- "
“El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.”
- José Saramago, El Doble