Pues, sí, como también dices, pero hay casos en que, no es tan fácil, digo, somos humanos, y me refiero a que, por ejemplo, la situación que te planteé, fue momentánea, pero cuando alguien ya te está alterando la crespa, a diario, y sin hacerle nada, es ahí cuando, a veces, se pierden los estribos.
Hace tiempo, en un despacho contable, había una chica que, cada vez que me veía, me 'barría', me aventaba las cosas, se burlaba de mí, me decía: 'Haz esto, niñita nice' -dado que ella llevaba más tiempo ahí-. Me difamaba. Incluso, su novio también lo llegó hacer y era a diario. Jamás los insulté ni les dije nada. Así que, después de tanta babosada, agarré el cepillo de dientes de esta chica, le daba una buena limpiada al retrete con él. Me oriné en él y se lo dejaba en su vasito.
Al rato, ella iba al WC a lavarse los dientes y es ahí cuando me reía con discresión, y seguía con mi trabajo.
El auto del tipo se lo rayé con un tornillo, de A a Z, y se puso a llorar... pero, bueno, ¿para qué anda de malora?, creo yo.
Digo, no hay que ser...
¿Cómo tendrá los dientes y la encías esta pobre mujer ahora?
