Uno de mi barrio (decía de él mismo que era conde), nos dijo, al igual que tú, parecida fantasía empastada de morbo, pero,.... pero, con una variación asaz significativa para redondear la emoción que suponía le iba a regalar (bueno, nos confesó, que estaría dispuesto hasta a pagar por ella) su puesta en escena.
El supuesto conde, en su fantasía, iba a vestirse como tal, y no se conformaba conque ellas llevaran puesto el hábito -siempre nos decía aquello de: "el hábito, no hace a la monja"-. Ésta debía ser la excepción para que su fantasía le embargara de emoción, además quería imaginar que sus monjitas serían muy devotas, y se le resistirían denodadamente.
Su redondeo para llegar al éxtasis que aspiraba, -con la esperanza de quedarse sin hálito- era "hacérselo" con ellas, -las devotas monjitas-, pero,¡¡ montados en globo !!
Para gustos y fantasías,..... colores, uniformes, hasta globos.