Iniciado por
Worff
No hace falta demasiada astucia para comprobar que este foro destinado a "Religión" esté copado por los ateos.
A algunos les molesta y lo hacen saber, pero yo creo que se equivocan.
Al Ateo hay dejarlo hablar, que desenrrolle toda la soga con la que mas tarde es muy fácil ahorcarlo.
Nada mejor que este sitio que se ocupa de las manifestaciones de fe de las personas para analizar con más detalle la forma de pensar y de ser de esta lacra militante, disolvente y fundamentalista.
Parece algo fuerte lo que digo, pero a poco que se analice, surge con claridad que antes que un ateo exprese formalmente su ateísmo, ya se pone en evidencia una falla fundamental de su carácter que solamente puede calificarse como “necedad”.
Es decir, antes de que la posición intelectual del ateo sea proclamada, cualquier individuo perspicaz comprueba que esa persona exhibe un substrato psicológico, moral y ético que ha habilitado esa vía, es decir, hay algo en el carácter del ateo, previo a su declaración de ateismo, incluso antes mismo, que él se considere un ateo.
Y ese substrato es LA NECEDAD.
Dicho de otra manera, el ateo no es un necio porque es ateo, sino que es ateo porque es un necio.
La necedad es la raíz y base del sujeto ateo, el ateísmo solo es la inevitable consecuencia de una falla básica en el carácter.
Yo noto, no sin sorpresa y cierto regocijo, que hay en los ateos una especie de orgullo de serlo, un deseo infantil de proclamar que "no creen en dioses" y eso denuncia una especie de cierto resabio medieval de intolerancia, intransigencia y militancia, es popr ello que en cualquier foro se los encuentra incordiando a todo el mundo, agraviando y menospreciando las diferentes formas de fe de los creyentes.
Cualquiera que tenga la mala suerte de confrontar con un ateo comprobará, que éste invariablemente va a negar lo que los creyentes afirman, y poco le importa si los creyentes hablan de Alá, Yahvé, Jesús, Buda o lo que se les ocurra afirmar, simplemente niegan, por método, lo que el creyente afirme., su idea es la negativa sistematizada expuesta como una verdad indemostrable.
Es decir que el ateo no niega a dios alguno, puesto que estos no existen para él, pero sí niega lo que los creyentes afirman o lo que los creyentes crean que existe, y en este sentido son temibles y fuertemente confrontativos.
Cualquiera comprueba cuando pretende discutir con un ateo que son individuos reaccionarios con un altísimo grado de intolerancia, que reacciona, no contra algún dios, sino contra los mismos creyentes y sus instituciones.
Y es llamativa esa posición, porque sugiere que el ateo no percibe que en su actitud de férrea negativa, ha elaborado una compleja ideología que al degenerar en dogma lo iguala a las posiciones deistas que con tanto furor combate, ser Ateo en definitiva, parece ser otra simple cuestión de Fé.
Slds.