Un análisis de la sexualidad puede tener un efecto muy positivo en nuestra intimidad y en nuestra satisfacción. Nos ayuda a ser más conscientes con respecto a nuestras relaciones interpersonales y sexuales. Asimismo, contribuye a forjar una actitud responsable y genuinamente ética a la hora de tomar decisiones sobre la conducta sexual. Debido a que es un aspecto tan básico de nuestra existencia, una actitud consciente, sólo puede contribuir positivamente en nuestro devenir.
Poseer una información contrastada sobre el tema del sexo puede servir para la prevención de problemas de tipo sexual. Además, dicho conocimiento nos pone al alcance los elementos necesarios para proporcionar una mejor educación sexual a nuestros hijos.
Si fomentamos un conocimiento más completo en el ámbito de la sexualidad, quedaremos en una mejor posición para solventar eficazmente determinadas dificultades que se nos pueden presentar —disfunciones sexuales, enfermedades de transmisión sexual, confusión o problemas de concepción, por citar algunos ejemplos—.
Como decíamos, lo más importante acerca de un análisis de la sexualidad es que puede hacernos más receptivos y conscientes en nuestras relaciones interpersonales. Contribuye así a incrementar el grado de intimidad y satisfacción sexual en nuestra vida.