Cita Iniciado por pablo ramos Ver Mensaje
cambiar.

A veces sucede -hablo del foro, pero sucede en la propia vida-, que tememos expresar opiniones o posiciones frente a determinados hechos, porque quizá hemos expresado antes una opinión o posición distinta. Tememos "caer en contradicción". Y como tantas veces lo que en realidad queremos es "ganar", cambiar de criterio es -parece- un demérito.
Por cierto que un cierto rigor y coherencia hay que tener, aunque bien es verdad también y en particular en el foro siendo lo que es, ser coherente es lo de menos. Pero sí que no se debería tirar por tirar, dar por dar, soltar por soltar. Aunque esos devaneos se cubran con argumentos diversos y justificantes, o desvíos solapados hacia aguas menos turbias. Sí que cierta coherencia hay que tener. Y además...¿es tan difícil decir "me equivoqué"? Ni siquiera discullparse, admitir que uno se equivocó, o antes o ahora, se equivocó. ¿Tan difícil? Nos gusta decir que errar es humano..., pero no nos gusta pensar que erramos, lo que bien interpretado podría ser que nos gusta poco ser humanos.Preferimos, aunque no lo digamos, reservarnos el rol de perdonadores, o al menos de juzgadores con capacidad para pontificar en donde haga falta o castigar en las que creemos necesarias.
Del mismo modo que no es inhumano errar, tampoco lo es cambiar de opinión o modo de pensar sobre tal o cual hecho o fenómeno. Nuevos elementos, nuevas situaciones, nuevos conocimientos, pueden y en realidad deben hacernos cambiar. Pero también parece un demérito. Atrévete a pensar, decía uno. Aunque..., mientras encaremos cualquier cosa, pensamiento, posición, idea, con el convencimiento de las verdades eternas y con el objetivo supremo de "ganar", difícil es que nos atrevamos.
Chau
Cambia, todo cambia...
Dice la canción, incluso hasta las verdades cambian a veces, entonces, porqué debemos temerle a los cambios de forma de pensar, de vivir, de ver la realidad que nos rodea?.

Creo que el aceptar que uno puede estar en la vereda de enfrente el día de mañana, es un signo de madurez, y aceptar esto en público, un signo de inteligencia y sentido común.