Al menos los T de J tienen una religión más alegre que la católica: los primeros, en su literatura incluyen paisajes y gente feliz. Los católicos tienen templos antiguos, oscuros, estatuas que reflejan sufrimiento, cadáveres a los que veneran...

De todos modos, cualquier religión basada en la Biblia se estrella con el hecho de que ese libro sagrado cada vez está más desprestigiado.