Jesucristo no hurtó, no robó ninguna cosa ni ningún animal:
Marcos 11:1
Jesús envió dos de sus discípulos,
11:2 y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo.
11:3 Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá.