Los verdaderos cristianos enseñan que Jesucristo mandó guardar los mandamientos que Él enseñó cuando predicó el Evangelio y que son los mandamientos del Evangelio, que Él mandó guardar para entrar en la vida.
A quien describe la parábola del fariseo y el publicano es a ti y a todos los que se creen muy sabios y perfectos pero no enseñan los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida.
Y eso es lo que disgusta a misericordia, que se olvide que se deben predicar y guardar los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida.
Y precisamente eso es lo que hacían los fariseos, no ponían atención a los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida, y hacían ver que cumplían con lo que Dios mandaba.
Ellos no se veían ciegos sino como que todo lo sabían y cumplían, pero no era así porque no recibían ni guardaban los mandamientos que Jesucristo enseñó y mandó guardar.
Los fariseos no recibían las enseñanzas del Evangelio después de haberlas enseñado Jesucristo, y al peguntar a Jesucristo si ellos eran ciegos, Él les dijo así:
Juan 9:41
"Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece."