
Iniciado por
Elisabet*
La muerte les vinieron a Adán y Eva porque desobedecieron a Dios comiendo del árbol que Dios les había dicho que no comieran. Pero aquel pecado que cometieron por desobedecer a Dios, fue el pecado de ellos. Los pecados no se heredan. Jesucristo pagará a cada cual según sus obras, no por los pecados de los antepasados.
La enfermedad y la muerte suceden por la desobediencia a los mandamientos que Dios dio desde el principio, que son los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó predicar y guardar para entrar en la vida.
Todo lo que sucede en el mundo es para una enseñanza, pues la enfermedad y la muerte vienen al mundo para que sepamos que sin Dios no somos nada y solo Él puede librarnos de los males y de la muerte.
Así que a Dios le debemos nuestro amor, fidelidad y obediencia a sus misericordiosos mandamientos. Esto es lo que deben comprender todos los hombres y mujeres de buena voluntad.